jueves, 26 de noviembre de 2009
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Utopías que nunca pasan de moda
Somos Alfas, Betas, Gammas, Deltas, Epsilons o salvajes, todo depende de la probeta en la cual nos tocó “nacer”; somos libres de tener cuantas parejas nos plazca; no hay madres, padres ni familias pues las relaciones sexuales son controladas con precisión; tenemos ideales bien definidos gracias al acondicionamiento que recibimos desde pequeños; si nos sentimos acongojados, basta una tableta de soma para escapar de esa realidad. Extraña, pero nada lejana resulta esta utopía presentada por Aldous Huxley en Un mundo feliz.
La historia comienza en el Centro de Incubación y Acondicionamiento Central de Londres, origen de toda la población londinense de la era fordiana; de igual manera, es el lugar en donde encontraremos a nuestros protagonistas: Bernard Marx, un Alfa menos, tímido y diferente a los demás; por otro lado está Lenina Crowne, una joven hermosa deseada por todos pero fiel a una sola persona, el Director del Centro, Henry Foster.
Luego de ser influenciada por su amiga, Lenina decide salir con Bernard hacia Malpaís, hogar de “los salvajes”. Al llegar se dan cuenta de las grandes diferencias entre este lugar y Londres, aquí todo está lleno de basura, hay gente vieja y familias; sin embargo es la presencia de John y Linda lo que cambiará sus vidas.
Aunque fue escrita en la primera mitad del siglo XX, el autor juega, quizá sin saberlo, con una serie de elementos aplicables a nuestro contexto actual. Los nombres de los personajes y lugares son diferentes pero las situaciones ocurren de la misma manera. Quedé sorprendida desde las primeras páginas, por un momento creí tener ante mis ojos las profecías de Nostradamus. Me resultó increíble que 70 años después esté sucediendo lo que Huxley dice, es por ello que los invito a que descubran esta utopía que nunca pasa de moda.
Ma. Fernanda Martínez Rodríguez
Aldous Huxley.
Editorial De bolsillo.
Ciencia ficción.
256 páginas.
México, 2007.
$119.00
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lunes, 23 de noviembre de 2009
El otro sentido
Recorriendo la Ciudad de México, desde los barrios más pobres hasta los opulentos, el transeúnte corre diversos riesgos, dos de ellos relacionados con el lenguaje. El primero son las groserías y el segundo es más profundo, ya que pone en entre dicho la habilidad de los involucrados: el albur.
Éste puede definirse como un juego de palabras donde se utiliza el doble sentido; el que habla trata, a toda costa, de dominar a su escucha mediante palabras o señas.
El uso de este lenguaje codificado nace por una necesidad: los indígenas, ante la represión moral de la Iglesia española, buscaron eludir la censura de sus expresiones picarescas, sexuales y también religiosas.
La madre del albur es el cucuechcuicatl mexica (“canto de cosquilleo” en español), lleno de alusiones eróticas en doble sentido. Su padre es la majadería española, popularizada por los conquistadores.
La urgencia de expresar nuestros deseos libidinales a través de un código lingüístico sigue vigente. El mexicano no habla abiertamente de sexo, pues sus costumbres morales lo reprimen, pero da a conocer sus deseos a través de las metáforas.
En la actualidad, el doble sentido y las metáforas son prácticas comunes en el país. Por ejemplo, un plátano pierde sus cualidades frutales, pero adquiere un valor fálico. Cosa similar sucede con un anillo, el cual deja de ser una joya para convertirse en una figura anal.
No hay mucho que explicar sobre la estructura del doble sentido, actualmente hasta un niño puede dar lecciones sobre éste. El albur ya no tiene exclusividad dentro de algún género, edad o clase social; lo único necesario para entrar en el juego lingüístico es saber español, tener una imaginación amplia y no temerle a los “pelos en la lengua”.
El albur tiene muchos practicantes, hay quienes lo hacen con grosera desfachatez o con la habilidad de un poeta. Es un buen ejercicio para la imaginación, aunque yo mejor no compito porque me comen el mandado.
Irvin Yacir Lujano Cruz
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La revolución vigente
A propósito del 99 aniversario de la Revolución Mexicana y de la crisis económica, política y social en nuestro país, diversas figuras públicas han planteado la posibilidad de un nuevo estallido social con la misma intensidad del de 1910. Sin embargo, como dice el historiador austriaco Friedrich Katz, puede haber levantamientos armados, pero además se necesita planificación a fondo “y no he visto hasta ahora un proyecto alternativo que pueda rescatar al país rápidamente de la miseria.”
Lo cierto es que existen paralelismos entre los propósitos de la lucha de 1910 y los reclamos actuales. López Obrador tiene razón al afirmar que las demandas de la Revolución Mexicana siguen vigentes en cuanto a justicia y democracia, pero éstas son dos ideas generales que pueden ser desglosadas en puntos específicos irresolutos en nuestros días.
Basta con analizar uno de los primeros manifiestos de los clubes liberales a cargo de Camilo Arriaga y gran número de adeptos al Partido Liberal Mexicano, quienes sentaron las bases y dieron inicio al movimiento armado. En este documento del Club Liberal Ponciano Arriaga, firmado el 27 de febrero de 1903 destaca lo siguiente:
“Hoy nuestra Constitución ha muerto (…) en medida que el clero y la tiranía han ido triunfando.” En la actualidad, los que han triunfado son el poder y el cinismo del presidente, al pasar por encima de los artículos de la Constitución con sus reformas y extinción de Luz y Fuerza del Centro.
“¿Hay igualdad en nuestro país? No. El capitalista, el fraile y el alto funcionario, ya sea civil o militar, no son tratados en México igual que el obrero humilde o cualquier otro miembro del pueblo. (…) Los empleados arrastran una vida de humillación y miseria. Los privilegios y los fueros en vigor han plagado de una clase de inútiles y viciosos que podemos llamar los zánganos del conjunto social.” Dos puntos a resaltar: los empleados siguen llevando tal vida, pero ahora con la prospectiva de quedarse sin trabajo y los “zánganos” siguen siendo privilegiados sin crear proyectos en beneficio de la nación.
"La dictadura se caracteriza por el control del sistema electoral: En los comicios no triunfa el candidato de virtudes cívicas, triunfa el capitalista o el impuesto por la autocracia y que puede ser útil a ésta. El sufragio es un cadáver". Felipe Calderón aún no es reconocido por el grueso de la población como presidente legítimo.
"Desde la instrucción primaria hasta la profesión, se resiente el abandono y la ineptitud del gobierno... falta dinero para la instrucción, pero no falta para el militarismo, para el clero, para los poderosos... no falta para todos los parásitos del país.” En el Proyecto de Egresos 2010 se disminuyen gastos en educación y, por otra parte, se quitan materias en los planes de estudio de educación básica.
Las citas anteriores demuestran lo poco que hemos avanzado en el proyecto de nación y en la disolución de grupos oligárquicos detentores del poder. La lucha que viene quizá no sea armada, pero sí debe estar argumentada y proponer soluciones a los diversos problemas del México actual.
Stephany Cisneros Villarán
domingo, 22 de noviembre de 2009
MON AMOUR
¿Y la cultura en México?
Cuando se le pregunta a un mexicano por qué está orgulloso de serlo, la respuesta suele ser “porque pertenezco a un país muy rico en cultura”. Pero, ¿qué o cuál será esa “cultura” a la que se refieren? De acuerdo con los libros de Historia, México es una de las naciones con mayor patrimonio cultural, debido a que fue en estas tierras donde se asentaron las grandes civilizaciones mesoamericanas; sin embargo, el panorama cultural actual es bastante desalentador y parece ineficiente para dar continuidad a dicho legado.
Es preocupante saber que el promedio anual de libros leídos en nuestra sociedad oscila entre los 2.8 y 2.9 ¡No llegamos siquiera a completar tres! Es seguro que la mayoría de éstos son para la escuela y por ello se leen superficialmente, pues los contenidos resultan aburridos y no se les da la importancia que merecen. Además nos enfrentamos a otro conflicto en cuestión de lectura, porque ahora resulta más sencillo teclear el título del libro en tu navegador y que alguien más te resuelva “el problema” con una sinopsis. Has ahorrado tiempo sí, pero también conocimiento.
La cultura también está siendo afectada cada vez más en la medida en que la educación en México decae. La famosa Prueba Enlace demostró la carencia de conocimientos en materias fundamentales como Español y Matemáticas, pero más allá de eso refleja la deficiencia en la calidad de los programas de estudio y los profesores. No cabe duda que hay quienes se preparan y hacen exámenes para ingresar a las instituciones, pero desafortunadamente son mayoría quienes obtienen el puesto desde que nacen y que por lo tanto no requieren saber alguno.
Los monopolios también están afectando nuestra cultura. En primer lugar está el de la educación que, como ya decía, sacrifica a la academia por los lazos de sangre o dinero; por otro lado, tenemos a los medios masivos cuyos dueños están interesados en brindar entretenimiento y anular el conocimiento; y uno muy importante es el de nuestro vecino del Norte, Estados Unidos, por la fuerte influencia que ejerce en nuestra vida.
Resulta que el gobierno puede darse el lujo de quitar materias como Historia, Lógica y Civismo e integrar el estudio del idioma inglés. ¡Buen punto! Niños mejor preparados para el futuro, pero eso si los maestros asignados a tal tarea contaran con la capacitación adecuada. Y ni qué decir de todas las series, películas, ropa y alimentos que nos ha exportado, pues es gracias a esto que la identidad mexicana se está perdiendo cada vez más.
Dado que cultura viene ligada a educación es importante replantear el sistema educativo de nuestro país, porque sólo de este modo podemos aspirar a convertirnos en una sociedad mejor y en ciudadanos cuya cultura nos permita decir “estoy orgulloso de ser mexicano”.
Resulta que el gobierno puede darse el lujo de quitar materias como Historia, Lógica y Civismo e integrar el estudio del idioma inglés. ¡Buen punto! Niños mejor preparados para el futuro, pero eso si los maestros asignados a tal tarea contaran con la capacitación adecuada. Y ni qué decir de todas las series, películas, ropa y alimentos que nos ha exportado, pues es gracias a esto que la identidad mexicana se está perdiendo cada vez más.
Dado que cultura viene ligada a educación es importante replantear el sistema educativo de nuestro país, porque sólo de este modo podemos aspirar a convertirnos en una sociedad mejor y en ciudadanos cuya cultura nos permita decir “estoy orgulloso de ser mexicano”.
Ma. Fernanda Martínez Rodríguez
sábado, 21 de noviembre de 2009
De políticos y premios Nobel
México está en constante convulsión social, síntoma del malestar en el que vive el grueso de la población: manifestaciones a lo largo y ancho del país, demostraciones de violencia, pánico ante las malas condiciones de salubridad pública, desempleo en aumento, demandas de los que menos tienen y de los que están perdiendo lo que tenían en medio de una crisis que no es sólo política, sino también social.
Ante tal situación el gobierno ha implementado ciertas políticas con base en los cuales el Presidente Calderón afirma que el país progresará. Sin embargo, Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, manifestó preocupación por México al afirmar que es la nación que ha enfrentado de peor manera la crisis.
Ya hacía falta que un experto en el tema y líder de opinión internacional callara con argumentos fehacientes al Ejecutivo y sus legisladores; no obstante, la respuesta de los panistas destacó por el cinismo y escasa autocrítica características de los representantes de este partido desde que Fox obtuvo la presidencia.
Fueron tres amigos de Calderón quienes lo defendieron: Agustín Carstens, Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), argumentó que el premio Nobel no sabe sobre los “dos azotes” que ha sufrido México y desconoce las acciones responsables del gobierno; Ernesto Cordero Arroyo, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), propuso a Stiglitz ponerse a leer más sobre nuestro país; y Gustavo Madero, coordinador de la bancada del PAN en el Senado de la República, exclamó “al premio Nobel no se qué jabón lo patrocina"
Fueron tres amigos de Calderón quienes lo defendieron: Agustín Carstens, Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), argumentó que el premio Nobel no sabe sobre los “dos azotes” que ha sufrido México y desconoce las acciones responsables del gobierno; Ernesto Cordero Arroyo, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), propuso a Stiglitz ponerse a leer más sobre nuestro país; y Gustavo Madero, coordinador de la bancada del PAN en el Senado de la República, exclamó “al premio Nobel no se qué jabón lo patrocina"
Parece que los tres panistas no están enterados de las estadísticas publicadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el Panorama Social de América Latina 2009 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el Panorama Económico Mundial 2009, ambas poco alentadoras; pero bastaría con que fueran a las zonas marginadas del país para darse cuenta que no todos tienen un excesivo sueldo de funcionario público.
México necesita a un presidente fuerte, capaz de rescatar al país de la descomposición en la que se encuentra y un equipo de legisladores que estén comprometidos con un proyecto de nación incluyente y no sólo a favor de sus propios intereses.
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